Chicho Sibilio, del béisbol al baloncesto
Chicho Sibilio, jugador de baloncesto que paseó su talento por Europa desde finales de la década de los años 70s y hasta mediados de los 90s, intentó a los 13 años jugar a béisbol y como lanzador le “cosieron a palos” y decidió abandonar ese juego de inmediato. Algo raro en un dominicano. Su pasión estaba en otro lado y con una pelota más grande… el baloncesto.
“No di pié con bola con el béisbol y a los 14 años me fui con Pey Rincón a jugar baloncesto y miren lo que pasó”. Señala que a esa edad se inició a jugar al baloncesto en su localidad natal de Haina, junto a sus hermanos y algunos amigos.
Carrera meteórica
En 1973, el destacado dirigente de baloncesto, Virgilio Travieso Soto estaba reclutando jugadores para la Selección Nacional con la intención de llevarlos a los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe que se jugarían un año más tarde en la República Dominicana. “Me contactaron, pero estaba muy crudo todavía”, añade.
Años más tarde se fue con Leandro de la Cruz a jugar con los Astros de Montecarlo y en 1975, ya formaba parte de la Selección Nacional en el Torneo Centro-Basket donde jugó de pívot titular. Recuerda que fue un jugador afortunado porque siempre estuvo rodeado de los mejores entrenadores de básket que contribuyeron enormemente en su formación.
“Estuve con Humberto Rodríguez, Faisal Abel, Pey Rincón, Fernando Teruel, Osiris Duquela, Leandro de la Cruz y hasta con Flor Mélendez”.
Sibilio valora también el trato que siempre le dio Andrés Vanderhorts con el equipo de los Astros. Ese grupo de hombres se convirtieron como sus “padres”, unos muy buenos consejeros y siempre querían lo mejor para el grupo de atletas que tenían en sus manos.
El tiro de tres, su salvación
Afirma que en 1976 cuando llegó a Barcelona, empezó en la posición de cinco, sin embargo, allá se encontró con jugadores de 2,08 y 2,10 por lo que tuvo que recurrir a otra posición y buscar un buen tiro para sobrevivir.
“Tuve que trabajar muy duro durante cinco horas de entrenamientos diarios y cuando todos se marchaban, yo me quedaba una hora más perfeccionando mi tiro de media y larga distancia».
En 1976 se perfilaba que Chicho Sibilio sería una pieza importante para el Barcelona y llegó el proceso de nacionalizarse español, y como no había jugado en la Selección Nacional absoluta dominicana, al jugar en el equipo catalán, eso lo alejó de la tropa criolla. “Ahí vino la lucha de intereses y tuve que quedarme en Barcelona por mi supervivencia”.
Afirma que en aquel momento los españoles lo asimilaron muy bien como jugador y le brindaron un gran trato. “No sentí nada de racismo, todo lo contrario, la gente siempre me buscaba y fue muy bonito aquello”.
Jugó 13 temporadas en el primer equipo del Barça, logrando grandes títulos, pero a los 31 años decidió mudarse al Taugrés Vitoria, donde llevó también su calidad a la cancha. “No fue fácil comenzar de cero con el TAU, teniendo mi familia y amigos lejos de mi”.
Se retiró a los 34 años. Proclama que siempre le gustó regresar a la República Dominicana y desgraciadamente en 1992 cuando falleció su hermano, la emoción y pasión por jugar al baloncesto se esfumó.
“Esa chispa de jugar al básket se murió, los viajes los encontraba largos, me costaba entrenar… Fue algo muy duro de asumir”.
Chicho concluye: “Nunca me desconecté de mi país, jugué con Naco en 1983 y más tarde con los Mina en 1987. Siempre he querido este país”.